Es común en el Derecho asumir las formas
establecidas y olvidar la razón por la cual
ellas fueron definidas de tal o cual manera.
Ello no solamente genera una especie de
fanatismo por lo exterior, sino que desvirtúa
el propósito intrínseco, aquello que le da
razón, a las actuaciones que el Derecho nos
exige.
En el presente artículo, los autores desarrollan
la problemática de la excesiva
formalidad en las actuaciones de la Administración
Pública, así como la propuesta
de un método que nos permita discriminar
las faltas graves de aquellas subsanables, sin
desvirtuar la naturaleza y los objetivos a los
que las exigencias formales deben guiarnos.
Autor: Bullard González, Alfredo; Chávez Verástegui, Christian
Fuente:THĒMIS
URL: http://hdl.handle.net/10757/347068
No hay comentarios:
Publicar un comentario