Martín Lawson volvió a Nueva York en noviembre de 1945. Compró una casa en las afueras de la
ciudad con el dinero que el Gobierno le había otorgado por su servicio en la guerra y los ahorros de
toda su vida militar. Se mudó a una semana de haber llegado al país con su esposa, quien había
cruzado el Atlántico por primera vez, e intentó alejarse de quienes le recordaban su vida anterior a sus
cicatrices. Conoció a Danielle Gaumont, enfermera de la Francia Libre, cuando su pecho fue
impactado por una metralla. Gaumont había escapado de París hacia Vichy, luego de la ocupación
alemana, mientras que Lawson había desembarcado en Normandía. Danielle lo había curado las
heridas y alimentado a diario; lo había acompañado en los delirios de la fiebre y los recuerdos; le había
leído historias que su madre le contaba de pequeña, mientras él imaginaba agonizar. Cuando creyó que
el momento era apropiado, tuvo que contarle que la guerra había concluido solo para él, que tendría
problemas para respirar por el resto de sus días y que regresaría a casa como un héroe.
Autor(s): García Herrera, Gabriel Jesús
Fuente: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC
URL: http://hdl.handle.net/10757/581583
No hay comentarios:
Publicar un comentario