Sr. Editor. Los hospitales son considerados como edificaciones
esenciales y su falta de operatividad luego de
un desastre supone un gran impacto social y político,
ya que estos establecimientos constituyen uno de los
pilares fundamentales que sustentan la respuesta ante
tal situación (1).
Como es de conocimiento público, luego del terremoto
del año 2007 sucedido en el Perú, las instalaciones y lí-
neas vitales del Hospital Regional de Ica colapsaron, ya
que fue construido en la década de 1960, cuando aún no
regía la norma de diseño sismorresistente. La atención
continuó llevándose a cabo en el mismo lugar, en carpas
y contenedores donados y en las más rescatables pero
debilitadas estructuras que aún quedaban en pie. Dos
años después, en agosto de 2009, los servicios de este
establecimiento de salud fueron trasladados a un local
del Instituto Peruano del Deporte, continuando en carpas
y módulos prefabricados. Sin embargo, esta nueva
locación tampoco cumplía con los requisitos necesarios
para la labor asistencial.
Autores: Pereyra Elías, Reneé; Elías-Barrera, Carmen Cecilia; Morales-Soto, Nelson
Fuente: Rev. perú. med. exp. salud publica
URL: http://hdl.handle.net/10757/314468
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